Gracias a la grasa que almacenan en sus jorobas y que convierten en agua, los camellos pueden dejar de tomar agua varios días. Si las plantas abundan, los camellos y los dromedarios extraen agua y grasas de ellas, y las almacenan en cantidades muy grandes. Si las condiciones cambian y no cuentan con comida y agua, producen hidrógeno con la grasa almacenada y con otros tejidos orgánicos. El hidrógeno a su vez produce agua con el oxígeno obtenido de la respiración. Se calcula que por cada medio litro de grasa, los camellos obtienen medio litro de agua
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